Hoy en día, ideas ecológicas y conceptos con el cuidado del ambiente y conservación de recursos, como sustentabilidad de materiales, impacto ambiental de procesos, se extienden a prácticamente cualquier aspecto de la vida. Los proyectos en el hogar, como remodelaciones, renovación de espacios, cambios de decoración no son la excepción. Por esta razón, en el mercado actual podemos encontrar diferentes marcas de materiales, materias primas y herramientas que aseguran ser amigables con el ambiente. Sin embargo, muchas veces es complicado saber si esto es real o si es un movimiento publicitario únicamente. Si tienes algún proyecto en el hogar en mente y quieres que se lleve a cabo de una forma amigable con el ambiente, a continuación te damos algunas recomendaciones para que lo hagas tú mismo y te asegures de que así sea.
Proyectos de pinturas ecológicas
Si tienes en puerta algún proyecto que requiera pintura, una excelente opción son las pinturas ecológicas. Estas presentan importantes beneficios no solo al ambiente por ser biodegradables, sino a la salud también, pues tienen muy bajos niveles de elementos que resultan tóxicos para muchas personas.
Existen diferentes tipos de pinturas ecológicas:
- A base de cal: adecuadas para interiores
- A base de silicatos: impermeables y muy resistentes, recomendadas para exteriores e interiores, principalmente cocinas y baños
- A base de arcillas: recomendadas para interiores
- Vegetales: resistentes al lavado, se recomiendan para interiores
Una medida adicional que puede llevar a cabo en proyectos con pinturas es sustituir el uso de brochas regulares y rodillos, por brochas lavables y reutilizables, o bien, de mango de madera y fibras degradables.
Materiales de construcción y materia prima reciclada
Al momento de adquirir la materia prima y materiales que requerirás, enfócate en productos de origen natural y aléjate de los productos sintéticos.
Así mismo, en el mercado existen opciones de materiales derivados de procesos de reutilización y reciclaje por los que puedes optar, por ejemplo:
- Materiales de construcción reciclados, como gravas y arenas.
- Paneles fabricados de comprimidos de desechos agrícolas.
- Losetas y azulejos producidos de plásticos y PET reciclado.
Si piensas utilizar materiales cuya explotación tenga un impacto fuerte sobre los ecosistemas, como las maderas, procura acudir a distribuidores donde se manejen opciones de reutilización. Siguiendo el ejemplo de las maderas, una buena opción es buscar muebles que tú, tu familia o amigos ya no utilicen, y llevarlos a una maderería para re-convertirlos en material para tu proyecto.
Herramientas mecánicas
A medida de lo posible, aléjate de aparatos eléctricos como taladros, lijadoras y sierras eléctricas. Opta mejor por el empleo de herramientas básicas, como martillo, desarmadores, seguetas y hazlo tú mismo. Aunque puede resultar más laborioso, tu consumo de energía eléctrica será menor.
Manejo y control de la cantidad de desechos
Dependiendo del tamaño del proyecto, es posible generar una cantidad importante de basura y desechos. Para tener un mejor control sobre esto, se recomienda elaborar un plan puntual con medidas ecológicas para, en principio, adquirir únicamente los materiales esenciales y necesarios, y así reducir los sobrantes. Esto automáticamente te ayudará a generar la menor cantidad de basura posible, siempre y cuando utilices los materiales de forma correcta y extiendas el tiempo de vida de herramientas como brochas, lijas, hasta el máximo. Para esto es recomendable pedir asesoría de expertos.
Si tu proyecto produce desechos más pesados como concreto, varillas de metal, etcétera, puedes llevarlos a depósitos que se dediquen al reciclaje de materiales de construcción.
Uso de la luz natural como recurso
Una de las claves hacia una vida más sustentable pasa por un mejor aprovechamiento de los recursos naturales. Por ello, la explotación de la luz solar como recurso es una de las directrices de la arquitectura y diseño ecológico. Si piensas renovar tu espacio o simplemente cambiar el estilo, intenta optar por ventanales amplios, que permitan la iluminación natural de tu espacio, lo cual te llevará a un consumo menor de energía eléctrica.