Atención: ¡no se presta! Dicen que hay cosas que no se prestan: el caballo, y el sombrero, por lo menos. En tiempos actuales, tampoco el cubrebocas. Cuando hablamos de artes y oficios, tampoco presta su instrumento el músico, ni su cuchara el maestro albañil.
¿Cuáles son las herramientas básicas de un albañil?
Habría que decir que son las personales, las que ya están hechas a la propia mano, las que han resultado útiles, cómodas, duraderas; las que han sobrevivido de una obra a otra sin romperse o misteriosamente desaparecer…
- “La cuchara”. Ya mencionamos la primera y más importante. Signo de la jerarquía y las habilidades del artesano. No es lo mismo “la media cuchara”, que da su nombre al medio-oficial de albañilería, que “la cuchara”. La cuchara, obviamente más grande, es una espátula triangular de lámina de acero con mango desfasado de madera. Sirve para tomar la mezcla del cajón, acomodarla sobre la última hilada de tabiques, y asentar la siguiente pieza; sirve para arrojar la mezcla al muro cuando éste se aplana o se repella; sirve para manipular el adhesivo de pisos y azulejos y su maneral permite asentar y nivelar cada loseta. El manejo de la cuchara revela el talento y los años de experiencia del maestro.
- “El metro”. Un buen flexómetro metálico. De 8 metros de largo. Si es de 5, es de carpintero; si es de 3, es de juguete. El maestro albañil utiliza uno grueso y resistente, con graduación en centímetros (“fierros”) y milímetros (“rayas”), y también en pulgadas (para tratar con maderas y metales).
- “El choclay”. Una transliteración del inglés “chalk-line”, también llamado “tiralíneas”, sirve precisamente para el marcaje provisorio.
- “El reventón”. El cordel que, atado a un clavo en cada extremo, delimita el paño y nivel terminado de cada uno de los acabados, en pisos y en muros.
- “El lápiz”. Un bicolor o un buen lápiz de grafito. Con él se hacen marcas, se hacen dibujos demostrativos, y también se hacen las cuentas el día de raya.
Otros oficiales
Además del oficial concentrado en las albañilerías existen la especialidad del “fierrero” y el “carpintero”.
El “fierrero” es el especialista en el corte y trenzado del metal. Su arma predilecta es la varilla dobladora o “gancho”, con el que amarra, ayudado del alambre recocido, las jaulas de metal que se convertirán en el esqueleto de todos los elementos de concreto armado. Tiene en sus manos la estabilidad y la fortaleza de la obra.
El carpintero es el artista de lo efímero. Arma y desarma la cimbra o encofrado: los cajones de tarima, triplay, o duela, soportados por polines y barrotes de madera de pino. Le resultan esenciales un buen serrote sin costilla, triangular, largo, y un pesado martillo con uña, capaz de insertar y retirar clavos de 2 y 3 pulgadas.
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