Más allá de lo que dicen las noticias y de lo que reconocen o no los gobiernos, es un hecho que en los últimos años hemos visto cómo el clima se hace más extremo, más radical: cuando hace calor, hace más calor, y lo mismo cuando hace frío y por este es común tener casa fría en invierno
A pesar de que todavía nos encontramos en otoño, y que el invierno en el hemisferio norte entra hasta el 21 de diciembre, el frío ya comenzó, y todo indica que persistirá durante varios meses. Por eso hemos querido escribir esta entrada haciéndote algunas recomendaciones para defenderte del mal tiempo.
Cambia tu casa fría: Defiéndete del mal clima
El diseño arquitectónico de un edificio debe considerar el clima, y esforzarse por optimizar su relación con éste de manera “pasiva”; de manera que si el sitio suele tener un estado del tiempo caluroso, la orientación y ventilación de la construcción -entre otros aspectos- ofrezca una temperatura inferior; y lo contrario para lugares fríos. La cuestión es que en regiones cercanas a los trópicos el clima no es estable todo el año, sino que varía abruptamente, de modo que no se puede diseñar para solo frío, o únicamente para calor. Habría que hacer una elección según las preferencias de los usuarios, y decidir si contrarrestar las temperaturas bajas o las altas.
En estos momentos de pocos grados en el termómetro, vamos a hablar de cómo mantener el calor dentro de casa.
Se trata de mantener el calor que los materiales ganan de la irradiación solar y otras fuentes menores, como la presencia humana o el uso de aparatos eléctricos. Una de las maneras más fáciles de perderlo es a través de los cristales, aún cuando las ventanas permanezcan cerradas. Es por ello que la sustitución de marquetería convencional y vidrios sencillos de 6 mm. por sistemas de doble vidrio hace una gran diferencia. Además de ser un aislante térmico, es un excelente aislante acústico.
Otro modo de conservar la temperatura templada en interiores es eligiendo materiales como el barro o la cerámica, la madera, y las telas, sobre materiales “fríos” como el concreto, la piedra, el metal, o el vidrio.
Finalmente podemos hablar de sistemas de calefacción. Los hay muy sofisticados, como tuberías de gas por debajo de pisos flotados. Pero también existen otros más comunes como radiadores que funcionan con gas. O algunos tradicionales como estufas móviles de gas o leña o chimeneas también de gas o leña.
Una última recomendación para evitar tener una casa fría. Cuando hace frío, no dejes abiertas puertas ni ventanas. Si es necesario ventilar las habitaciones, hazlo en las horas más cálidas del día.