Humedades en casa: Causas y soluciones

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Origen de las humedades

Hay un dicho entre los constructores que no se puede reproducir aquí literalmente, pero dice algo así: “el agua es ‘floja’, es ‘malvada’, y no es ‘tonta’”. Las humedades tienen su origen, generalmente, en filtraciones: agua de lluvia que logra pasar del exterior al interior; aunque también hay ocasiones en que surgen por tuberías de agua rotas. 

Lo más común es que el agua se filtre desde la cubierta de una construcción, pero también puede entrar por las paredes, por ejemplo, a través de los marcos de puertas y ventanas cuando no están bien hechos o al menos bien sellados. 

Puesto que casi todas las filtraciones suceden por el techo, es en ellas en las que nos vamos a concentrar. 

Sistemas de impermeabilización

“Filtrar” y “permear” son sinónimos; la “impermeabilización” es la acción de volver un edificio “impermeable”, capaz de rechazar la penetración de agua. Para que el agua corra sobre una superficie la pendiente mínima es del 2%, es decir, entre el punto donde se encuentra la captación o el desagüe y cualquier otro punto hay una diferencia lineal de 2 centímetros por cada metro de distancia. Pero con esa pendiente, el agua corre lento. Y si la superficie es rugosa, o el desagüe está tapado, o también si la lluvia es excesiva, el agua se estanca: ahí es cuando encuentra otra salida. Las cubiertas con mucho mayor pendiente, es decir, los techos a un agua o a dos aguas desalojan mucho mejor el agua, pero más bien están pensados para no acumular nieve y cargarse de demasiado peso, lo cual no es un problema en nuestro medio geográfico. La mejor manera de prevenir las filtraciones y la consecuentes humedades es que el techo esté perfectamente bien impermeabilizado.

Las humedades suceden al interior de la casa; son la expresión de las filtraciones. Cuando el plafón o los muros muestran manchas, o empiezan a sudar, se les cae la pintura, o generan hongos, ya estamos hablando de un problema de humedades. 

Corrección de filtraciones

Hay otra complicación en este asunto. Las filtraciones se reconocen hasta que existen humedades; ellas, decíamos, son su expresión y su signo, son un síntoma. Pero generalmente no es en el lugar donde surge la humedad donde existe la filtración; el agua se mueve entre las capas constructivas, a través de la losa o cualquier tipo de cubierta, y complica mucho su descubrimiento. 

Sin duda todos quisiéramos que la impermeabilización quedará perfecta desde la construcción, pero esto no siempre sucede y, aunque así fuera, toda impermeabilización requiere de mantenimiento

Existen varios sistemas de impermeabilización: asfálticos, plásticos, continuos o por placas, de pura pintura… Todos ellos requieren mantenimiento.

Cuando se detecta una humedad lo primero que hay que hacer es rastrear su origen; con suerte y experiencia, se encuentra el punto por donde el agua se está metiendo, y con selladores, pastas, pinturas impermeabilizantes, se corrige. Puede ser en cualquier lugar de la cubierta, debido a una fisura, una grieta, una unión abierta entre piezas del recubrimiento; pero es más frecuente que pase en los bordes donde la cubierta se une con el pretil (murete perimetral de seguridad) o con otros elementos estructurales. 

Una vez detectado el lugar de la filtración, hay que limpiar la zona, deshacerse del material dañado, levantar las capas o piezas donde no se pueda asegurar la hermeticidad, y reparar con los productos que hemos mencionado: selladores, pastas, pinturas impermeabilizantes.

Si te acercas a Ferretera Ermita será un gusto aconsejarte sobre cuáles son los que más te convienen y sobre el proceso de aplicación.

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