Los discos abrasivos se utilizan para suavizar o lijar materiales más suaves. Esto lo hacen a manera de frotar las superficies de los materiales, con el objetivo de pulir y remover sustancias.
Uno de los usos más comunes de los discos abrasivos es en aplicaciones de lijado. Estos discos eliminan materiales como metal, cerámica, vidrio, plásticos y pintura, y otras imperfecciones. Dependiendo de su construcción, los discos abrasivos se pueden usar en aplicaciones de pulido, lijado, limpieza, y en una variedad de industrias, incluyendo construcción, minería metalurgia, carpintería, cerámica, etc.
¿Qué tipos de abrasivos hay?
Óxido de aluminio
Es un abrasivo popular por su dureza, resistencia y bajo costo en comparación con otros tipos de abrasivos. Tiene baja retención de calor, lo que lo hace útil en una amplia gama de aplicaciones de lijado y esmerilado. El óxido de aluminio se produce naturalmente cuando se combina el mineral corindón con esmeril y / o azafrán. Estos discos representan la próxima generación de abrasivos.
Carburo de silicio
Es un abrasivo ampliamente utilizado debido a su durabilidad y bajo costo. Es un abrasivo sintético desarrollado a finales del siglo 19. Este material es más duro que el óxido de aluminio, pero más friable que los granos de óxido de aluminio fundidos. Dado que tanto el silicio como el carbono son solubles en acero, el carburo de silicio no es efectivo para el esmerilado de acero o aleaciones ferrosas, especialmente con tamaños de grano más grueso en aplicaciones de remoción de metales pesados. El carburo de silicio se usa en aplicaciones que involucran metales no ferrosos como el latón o el aluminio. También se usa para la abrasión de materiales como la piedra, el vidrio, la madera y el cuero.
Discos superabrasivos
Incluyen el diamante y el nitruro de boro cúbico. Los diamantes superabrasivos tienen una dureza superior a los demás abrasivos. Se utilizan para moler y lijar cerámica, vidrio, piedra y materiales de construcción. Los discos abrasivos de diamante no son útiles para el acero o aleaciones ferrosas, porque el carbono en el diamante se disuelve fácilmente o reacciona con el hierro. Sin embargo, las pastas de diamante son útiles en aplicaciones de pulido cuando el calor y la reactividad no son un factor.
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